Un estudio realizado por la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología Marina-Terrestre (Jamstec) y el Centro de Ciencias Ambientales Marinas de la Universidad de Bremen, analizó cómo hay microorganismos que viven en lo más profundo de los fondos oceánicos.

Hay bacterias y arqueas que sobreviven en la profunda biosfera que la ciencia aún investiga. Se conocía, por estudios realizados hace décadas, que hay microorganismos termófilos que viven sin problemas con temperaturas de hasta 80 grados Celsius, recordó ABC.

"El objetivo era excavar un agujero de 1.000 metros de profundidad en los sedimentos para llegar a una temperatura de 120 grados Celsius. Y lo logramos", dijo Kai-Uwe Hinrichs, líder de la investigación.

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El equipo trabajó en una zona del canal Nankai, frente a la costas de Japón, para realizar un agujero de 1,18 kilómetros con el que se llegó a los 120 grados.

"Es fascinante: en el fondo del océano, a altas temperaturas, hay amplios intervalos de profundidad que casi no tienen vida. Pero luego pudimos detectar células y actividad microbiana de nuevo en zonas más profundas, incluso más calientes, hasta una temperatura de 120 grados", señaló Fumio Inagaki, coautor del estudio.

"Nuestro estudio sugiere que la vida puede existir potencialmente en sedimentos calientes a 120° C, incluso a mayor profundidad. Ya demostramos en 2015 la existencia de vida a 2,5 kilómetros de profundidad bajo la superficie a unos 60° C frente a la península de Shimokita. Sin embargo, esta investigación también muestra abruptos cambios en intervalos de profundidad que son estrechos. Necesitamos comprender mejor los procesos antes de que podamos extrapolar nuestros hallazgos a mayores profundidades y temperaturas más altas», indicó Hinrichs.

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Verena Heuer, quien también participó en el estudio, dijo que en la biosfera profunda coexisten tanto los límites letales de vida como las oportunidades de supervivencia de los diversos microorganismos. "Con cada expedición se avanza en los métodos técnicos y analíticos; investigadores con diversos antecedentes y nuevas ideas se unen cada vez para responder una pregunta científica. Y eso es fascinante", añadió. (I)